martes, 26 de diciembre de 2006

Teleobjetivos. Tan lejos, tan cerca


Teleobjetivos. Tan lejos, tan cerca

Si en el artículo anterior comentábamos lo desaprovechados que estaban y lo desconocidos que eran los objetivos angulares, en el tema que ahora tratamos -los teleobjetivos- podemos afirmar que sí son conocidos, pero ni por asomo sentenciaremos que están bien aprovechados. De hecho, si con los angulares se tiende tan sólo a "alejar" la escena, con los teleobjetivos se suele ser proclive, únicamente, a acercarla. En cualquier caso, el universo digital añade un falso aliado al arsenal fotográfico de los cazadores de escenas: el zoom digital. Entremos en materia. Por Eduardo ParraLos objetivos tele, comúnmente llamados teleobjetivos, son aquellos que cuentan con las distancias focales más elevadas. Hablando en equivalencias de 35 milímetros, un teleobjetivo empieza a serlo más o menos a los 80 ó 90 milímetros, alcanzando enormes distancias focales de 1200 milímetros e incluso más. En nomenclatura digital, los teleobjetivos se nombran empleando un número seguido de un aspa: la famosa “x”. Esta marca indica el numero de veces que hay que multiplicar la distancia focal más baja del objetivo para saber la distancia focal del tele. Así, por ejemplo, un objetivo 3X en una cámara cuyo angular es de 35 mm, montará un tele de 105 milímetros.
Es cierto que la función principal de los teleobjetivos es acercar la escena al fotógrafo, pero tal como ocurría con los objetivos angulares, los tele tienen una serie de efectos secundarios que no sólo es necesario conocer, sino que resulta imprescindible saber utilizar.

Efectos secundarios
La primera y principal característica de los objetivos tele es la inversa de la de los angulares: acercan la escena y reducen el ángulo visual. De esta forma, cuanto mayor sea el teleobjetivo, más podremos acercar la escena. Sin embargo, la porción de imagen que aparezca será más pequeña.

Esta reducción del ángulo implica que las vibraciones a las que la cámara es sometida se vean amplificadas en la toma de imagen, afectando irremediablemente los resultados finales de forma más acentuada que con un objetivo angular. Ello sucede incluso cuando se utilizan velocidades que generalmente no producen trepidaciones, tales como 1/80 e incluso 1/100 segundos.
La perspectiva también resulta afectada por el uso de un teleobjetivo. Así, los planos que componen una escena se contraen al usar teleobjetivos, dando la sensación de que están mas próximos los unos de otros. Como consecuencia, se generan ambientes mas claustrofóbicos y angostos. Sin embargo, y contrariamente a lo que sucede con los angulares, el uso de los teleobjetivos no implicará deformaciones en los objetos.

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